viernes, 5 de octubre de 2012

Los superficiales también sufrimos



Sí, los superficiales también sufrimos. Lo más común es que se sienta pena por la gente fea, por muchas razones. En primer lugar pues por el mero principio de ser fea. Están en inconformes con su apariencia y se nota. En segundo lugar porque les es complicado (sino imposible) conseguir pareja (sentimental o sexual), en la mayoría de los casos. No muchas personas más agraciadas físicamente están dispuestas a echarse tremendos paquetes y arriesgarse a ser la comidilla de todos por andar con un feo o fea, aunque sea sólo tu sexfriend (esto no aplica con unos tres six encima) y ser apodado “el power ranger” por andarte revolcando con puro monstruo. Porque digo, el físico importa y mucho realmente; a lo mejor el trato repetido con una persona que está de la joda, puede hacerte descubrir que por dentro es una alguien bellísima, pero la media es que cuando no hay atracción física en primer momento no hay nada, debemos aceptarlo.

Con las mujeres no hay tanto pedo. Existen algunas que no se fijan tanto en la apariencia y pueden darle la oportunidad a algún desafortunado de la ruleta genética de arrancarles la florecita, cuando éste es atento, las trata bien, les llama todos los días, les comparte de su sandwitch y otras de esas que se hacen cuando no se ha cogido en mucho tiempo (o cuando realmente se quiere como Dios manda (aunque esos casos son raros (o si eres Anna Nicole Smith y te encanta el dinero puedes darle la oportunidad a un magnate del petróleo, total, se mueren rápido))) . Así, el chico puede agradecer a todos los santos, arcángeles, tronos y patronos por los favores recibidos… pero ¿por cuánto tiempo? Es bien sabido que a las chicas (y en general a muuuuchas personas) les gusta que las traten mal, así que se buscan a un wey patán que las trate mal, que las ignore y las utilice (y si tiene moto, chamarra de cuero por púas y lentes oscuros, mejor). Entonces comienzan los argumentos de “es que él sí me trata como una mujer” y el pobre chico feo se queda solo con sus manuelas y nada más. Después, el patán se cansa de la vieja y ella, desconsolada, corre a los brazos de su mejor amigo, que puede ser feo o gay y comienza una nueva relación que terminará en lo mismo. Y final feliz :D ¡
Anna Nicole Smith es el homenaje al amor ciego (amor por el dinero, desde luego). La vida le cobró bastante caro ser una puta interesada y ahora ella está muy muerta igual que su esposo, con quien aparece en la foto. Se veían tan felices...

Definitivamente, debe ser feo ser feo! Pero nadie se pone a pensar en nosotros los superficiales, aquellos a los que la genética decidió dotar de una que otra cosa agradable visualmente y que utilizamos para cotizarnos, también sufrimos, lo mismo o más que la gente fea. Nosotros también nos quedamos solos; precisamente porque nos importa mucho la apariencia y no nos conformamos con lo primero que se nos aparece. Ya perdí la cuanta de cuantas niñas feas he mandado a la verga desde la primaria, algunas con mucho tacto… a otras no tanto. No crean que es fácil hacerlo, nunca es agradable ver las lágrimas en los ojos de una niña (que llorando se ve aún más fea) o buscar cualquier pretexto para decir no, y evitar contestar con “ es que estás bien pinche fea amiga, digo… no mames!” o tirar a la basura los regalos que con tanto cariño adquirieron para ti (de verdad que no quería hacerlo, pero es que la chica estaba taaaan pinche fea, dolía verla, en serio) o bien rechazarlos si es que tienes las fuerzas y los huevos. Por otro lado, al ser superficial no importa lo increíble que sea la persona, lo mucho que te haga reír y todas las cosas que puedan tener en común, si está fea está fea y punto. Y por alguna extraña razón, las personas especialmente desagradables estéticamente no comprenden las palabras “me caes súper bien, eres poca madre, me gustas, pero sólo como amigos vale???” Uno de verdad puede empeñarse en continuar una amistad, pero la otra parte simplemente no entiende (o no quiere entender), que para poder estar con un superficial se debe ser agradable en todo aspecto. Por eso es tan difícil encontrar a la persona ideal, pero eso la sociedad no lo entiende y sólo nos critican y juzgan sin saber todo el sufrimiento que llevamos dentro.

Triste el destino de aquellos a los que nos importa la apariencia, pero digo, el chiste es mejorar la raza no? Es por el bien común que somos así y creo que por eso hacemos bien y mal.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Tengo miedo



Tengo miedo a la muerte. No por el hecho mismo de morir, porque quizás tenga la suerte de morir muy rápido, súbitamente, sin dolor, sin miedos, sin inhibiciones, simplemente muy rápido, casi que sin que yo mismo este consciente de lo que pasa. Ese no es el problema, le tengo miedo a lo que pase después, con lo que vaya a suceder conmigo. Podría ser que Dios tenga preparado un paraíso lleno de todo eso que se dice por ahí, para aquellos que han sido buenos; y para los malos pues ya sabemos a dónde van. En ese caso me preocuparía ser de los segundos. Considero que no soy precisamente la mejor y más amada persona, pero creo que hay gente mucho peor que yo, así que me sentiría muy decepcionado si tengo que pasar toda una eternidad sufriendo horribles tormentos sólo por no estar bautizado, a lado de violadores, estafadores, ladrones y asesinos. Aún siendo así, la idea vendría a ser tranquilizadora porque sabría que habría un después. Vivir y luego pasar a otro plano, diferente y desagradable, pero habría seguridad de dónde y qué estaré haciendo y qué sería de mí.
Pero ¿y si no es así? No tengo prisa en querer descubrirlo, pero me inquieta no saber qué será de mi conciencia, de todo lo que hay en mi mente, mis pensamiento y mis recuerdos ¿a dónde van a ir si muero? Porque los pensamientos, los recuerdos, los planes y la evocación tienen que estar en algún pinche lado y ser tangibles, no pueden estar únicamente en nuestras cabezas y perderse como si no fuéramos nada cuando nos llegue la hora. Y la conciencia, nuestra conciencia, nuestro reconocimiento de nosotros mismos, ¿simplemente se apagaría, como un televisor al que desconectas, así nada más después de haber hecho tanto, de vivir tanto, de reír, de llorar, después de modificar la vida de otras personas, luego de haber amado y ser amados? Si así fuera, entonces no somos más que un algo insignificante, como una piedra en el suelo o como estas palabras.
Me niego a creer que venimos a este mundo a vivir una vida completa para luego irnos y no estar más, ni aquí ni allá, tengo miedo de que sea de esa manera, debe de haber algo después. Repito, no hay prisa, de cualquier manera la respuesta la tendré algún día, de eso no hay duda.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Viva México cabrones!

Muchos dicen que no hay nada qué celebrar (como el pendejo Físico que vive en el departamento); Britney es de las que dice que sí hay...Hace bien y mal.

Y yo tambien voy a celebrar, durmiendo porque me lo merezco (y porque desde hace años nadie me invita a una de esas fiestas patrióticas con muchas arracheras y guacamole (eso de tener compañeros ñoños y aburridos no está bien)). Si tuviera dinero y tiempo tal vez las cosas serían diferentes, pero no lo son... y lo peor es que no habrá puente !!! Me cago en la mierda !!!

domingo, 2 de septiembre de 2012

Departamento de solteras


¡Para que vean que las mujeres solteras también puedes ser una cerdas! (y no sólo en la cama XD). Un departamento de chicas solteras común en las urbes como el D.F.  puede lucir de esta manera; dejo a la imaginación el resto, aunque no difiere mucho realmente… y sí, huele muy mal también, pero bueno, las chicas siempre serán chicas y son necesarias para todo eso de la procreación y perpetuación de la especie… 


Creo que mis vecinas hacen bien y mal…

miércoles, 22 de agosto de 2012

Ignorancia dulce


¿Yo? Pues aquí… esperando a que se te antoje quererme. Te lo pido, te lo pido en voz baja, no quiero que la nada se despierte y me conteste con mi propia voz y me recuerde que estoy solo. Aunque si por un momento me escucharas, ignoraría las palabras, voltearías la cara y te reirías de esta estúpida tontería. Total, la ignorancia dulce es lo que nos levanta el ánimo y hasta sonríe con nosotros.


Deja de esperar, parece que dice, pero no... es mi terapeuta echándome porras.

sábado, 18 de agosto de 2012

Querida casera


En el depa donde rento al sur de la ciudad, habitamos cinco personas muy peculiares (éramos seis, pero corrieron a una já!). La única mujer que vive con nosotros es la protagonista de esta pequeña anécdota que es 100% real (aunque quisiera que fuera mentira).
 Mi casera Gabriela Monterrubio, a quien, por respeto llamaré Amaranta para proteger su identidad, es una recién egresada de la carrera de Administración que, desde que se integró a las filas de los desempleados del país, no hace otra cosa que rascarse la vulva mientras ve televisión en compañía de su poco menos útil novio (haciendo mal) además de vivir de nuestro dinero (haciendo aún más mal). Resulta que ella, mayor exponente de la hueva absoluta y fanática de productos de Kitty, acudió a nosotros hace algunos ayeres con una duda que la asaltaba. Acababa de terminar su servicio social y luego de hacer su recuento de horas (de las cuales llevaba el registro en una hoja de papel arrugada) concluyó que había terminado con un exceso de más o menos 8 horas, pero había algo que la inquietaba…

-Chicos…-dijo, acercándose a la mesa donde trabajamos, interrumpiendo como siempre- Tengo una duda. Hoy fui a checar lo de mis horas del servicio y la licenciada me preguntó cómo hice mi conteo de horas. ¿Verdad que 2.5 horas son 2 horas con 50 minutos? 

Sí, leyeron bien. Una egresada de la universidad que no sabe hacer un cálculo básico que hasta mi abuela sabe hacer (y está muerta). Por un momento se hizo el silencio sepulcral en el departamento, esperando por el “jajaja era broma”… y como nunca llegó, no pude hacer otra cosa que reírme a carcajadas en su cara mientras imaginaba cómo era posible que hubiera una persona tan pendeja. Ella, al parecer no entendió mi burla y añadió:

-Es que la licenciada me explicó no sé qué, pero me sacó de onda… ¿verdad que estoy bien? Bueno, de todos modos ella lo hizo y dice que le dio lo mismo.

¡¡¡Que le dio lo mismo!!! ¡Por Dios! Imaginen la escena: dos oligofrénicas en una misma oficina con calculadora en mano (me pregunto qué sería para ellas 2.7 horas… ¿3 horas con 10?) Cuando pude parar de reír tomé la hoja que llevaba en la mano y en efecto, estaba llena de horas con fracciones decimales y al final la suma de todas.  Después de explicarle que estaba algo más que estúpida, nos dispusimos a hacer la cuenta como lo haría cualquier persona que recibió el oxígeno necesario al momento de nacer, y como se trataba de un cálculo extremaaaadamente difícil, tuvimos que hacerlo entre dos. El resultado es que Amaranta salió debiendo 9 horas de servicio social.

Puntadas como ésta, Gaby Amaranta ha tenido bastantes y sólo nos deja una valiosa lección: lo que no se usa se atrofia, por eso harán bien en ir a tener sexo ahora mismo con lo primero que encuentren ejercitar su cerebro todos los días y por supuesto, no estudiar Administración.

sábado, 28 de julio de 2012

Y eso es


Hoy se terminó. Oficialmente se acabó este semestre y con él mi primer año en la H. Facultad de Química.
Ahora sí estoy aprendiendo química me oí decir hace tiempo cuando empecé el camino; y es verdad, aunque no sólo de química he aprendido en  mi estancia ahí, sino también de la vida misma, de los habitantes de esta difícil y complicada ciudad. He aprendido a extrañar a mi pueblo y a mi gente, a mi madre más que nadie; ese lazo es el único que la distancia jamás vulnera. Y así mismo, he aprendido que estar solo no es tan malo después de todo, a veces hasta lo anhelo, porque me permite pensar, una actividad que cada día está más en desuso.
He aprendido que un vector es algo más que una flecha, que todo el que estudia matemáticas se vuelve enloquecidamente divertido, que las antiderivadas son muy diferentes a una integral y que las matrices y los determinantes hasta pueden ser entretenidas… ¡y la química! La química puede ser más matemática que otra cosa.
I love Wikipedia ya no figura en mi lista de frases favoritas (o rincón del vago, o wadadoo (larga lista)). En estos terrenos esas referencias no sirven, aquí los libros y ya. Aprendí también que el sentido común es más importante que la inteligencia y menos común de lo que debiera. Es sorprendente lo útil, lo imprescindible que es y lo subestimado que está. A veces las mayores situaciones se resuelven pensando simplemente en la solución más sencilla y que por lo general es la más lógica, desde una disputa entre párvulos durante el recreo hasta un pleito de pedos en una fiesta en la madrugada, desde una encrucijada amorosa, hasta la resolución del problema más difícil de física cuántica.
He aprendido que todos tenemos problemas, que una sonrisa bien fingida los oculta muy bien; que todos tenemos deseos ocultos y que por más que se escondan, con la dosis correcta de alcohol y confianza, se dejan revelar con la fluidez y la prisa de unas ropas que se caen al ceder los botones.
He aprendido que una tarde lluviosa de tacos con los amigos es más complaciente que diez notas aprobatorias, que veinte bien hecho´s y que cien excelente´s. También aprendí que el amor es más escurridizo cuando lo esperas, y cuando sabes lo que es, no como aquellos que creen tenerlo y no lo tienen. Aprendí que no hacer nada, nada deja de bueno, que puedes estar tan cansado que ni dormir se puede, así como que te puedes estar cagando de hambre (qué ironía), que puedes dormir en tres días apenas lo de uno (y hasta empedarte la noche anterior) y estar parado y activo como si hubieras dormido un día completo, si tu voluntad es mucha y tu vanidad es poca.
Ya también aprendí que las oportunidades no vuelven, que el momento de volver a casa siempre llega, tarde o temprano, que las coincidencias no existen, que puedes ser amado u odiado, amar tú pero jamás procurar odiar. Aprendí que para todo hay tiempo y para todo hay formas, para todo hay modo y para todo hay maneras, pues todo depende de cómo veas la situación y que pocas veces a estas se les puede llamar “problemas”.
Y todavía queda mucho más por decir. Aún quedan muchas historias por contarse, muchos corazones por romperse, muchos renglones por escribirse, muchos chismes por regarse… aún queda mucho, aunque de momento, eso sea todo.

Esto lo escribí ahce mucho tiempo, bastantes cosas han cambiado desde entonces, haciendo bien y mal.

domingo, 22 de julio de 2012

Ropas negras


Nunca estás preparado. Aunque sepas que el final está cerca y la agonía haya sido lenta, nunca estás preparado. Los veo a todos muy conmovidos, parece que se les han olvidado los malos ratos y no dejan de decir “qué bueno era” y otras tantas de esas frases. Ellos, inconsolables, no estaban listos ¿y yo? yo tampoco, yo no sé qué decir, cómo actuar. Para mí, ésta es como otras muertes… no me duele. Miro alrededor y sólo veo caras tristes, caras largas, mientras permanezco sentado en el rincón, a la víspera del momento en que pueda escabullirme para ir a ver mi programa en la televisión.

Yo no comparto ese nudo en la garganta, esa nostalgia, ni ese vacío. Será que estoy más frio que el muerto o que la resignación me llega siempre por adelantado. Tal vez deba acercarme al padre que carga el incensario, al tío doctor que mira por la ventana o a la amiga psicóloga, la del ondulado cabello. Alguno de ellos debe saber qué es lo que pasa. O tal vez no debería, no sentir nada es muy cómodo y preferir la comodidad es tan humano como llorarle a los muertos. No debo estar tan mal entonces, aunque ni siquiera puedo burlarme, al contrario, bienaventurados ellos porque si es cierto que lloran, también pueden reír, sentir cariño y a veces, sólo a veces y sólo algunos, hasta pueden sentir amor. Casi olvido cuántas veces he fingido sentir el calor de un abrazo, estrechar una mano o disfrutar unos labios. La verdad es que ya todos me saben a lo mismo. Y ni qué decir de un cuerpo hermoso, yo sólo he tocado poros ¿o qué más tienen para ofrecer?


Se me acaba de ocurrir una idea, porque me está aburriendo mucho esta pasarela de ropas negras. Para olvidarlo entraré al cuarto  a ver algo de porno… así que no olvides tocar antes de entrar, harás bien y mal.