viernes, 14 de septiembre de 2012

Tengo miedo



Tengo miedo a la muerte. No por el hecho mismo de morir, porque quizás tenga la suerte de morir muy rápido, súbitamente, sin dolor, sin miedos, sin inhibiciones, simplemente muy rápido, casi que sin que yo mismo este consciente de lo que pasa. Ese no es el problema, le tengo miedo a lo que pase después, con lo que vaya a suceder conmigo. Podría ser que Dios tenga preparado un paraíso lleno de todo eso que se dice por ahí, para aquellos que han sido buenos; y para los malos pues ya sabemos a dónde van. En ese caso me preocuparía ser de los segundos. Considero que no soy precisamente la mejor y más amada persona, pero creo que hay gente mucho peor que yo, así que me sentiría muy decepcionado si tengo que pasar toda una eternidad sufriendo horribles tormentos sólo por no estar bautizado, a lado de violadores, estafadores, ladrones y asesinos. Aún siendo así, la idea vendría a ser tranquilizadora porque sabría que habría un después. Vivir y luego pasar a otro plano, diferente y desagradable, pero habría seguridad de dónde y qué estaré haciendo y qué sería de mí.
Pero ¿y si no es así? No tengo prisa en querer descubrirlo, pero me inquieta no saber qué será de mi conciencia, de todo lo que hay en mi mente, mis pensamiento y mis recuerdos ¿a dónde van a ir si muero? Porque los pensamientos, los recuerdos, los planes y la evocación tienen que estar en algún pinche lado y ser tangibles, no pueden estar únicamente en nuestras cabezas y perderse como si no fuéramos nada cuando nos llegue la hora. Y la conciencia, nuestra conciencia, nuestro reconocimiento de nosotros mismos, ¿simplemente se apagaría, como un televisor al que desconectas, así nada más después de haber hecho tanto, de vivir tanto, de reír, de llorar, después de modificar la vida de otras personas, luego de haber amado y ser amados? Si así fuera, entonces no somos más que un algo insignificante, como una piedra en el suelo o como estas palabras.
Me niego a creer que venimos a este mundo a vivir una vida completa para luego irnos y no estar más, ni aquí ni allá, tengo miedo de que sea de esa manera, debe de haber algo después. Repito, no hay prisa, de cualquier manera la respuesta la tendré algún día, de eso no hay duda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario