viernes, 11 de enero de 2013

Despertador



Es la peor sensación que he experimentado y la vivo día a día, cada mañana cuando suena el despertador. Peor todavía que tener diarrea en un viaje largo o ser violado por Mandingo.

Todo está en silencio, quieto, frio, muerto y dormido… aún la mota más pequeña y voladiza yace descansando en la alfombra barata. Parece que cada vez es más difícil y dolorosa, parece que hace más frío y más hambre, aquella experiencia de alargar el brazo y tocar el botón que lo enmudece. Luego vuelvo al calor de las sábanas, ellas sí entienden mi penar y mi cansancio, son suavecitas al tacto y muy calientitas. Pero al cabo de unos minutos sagrados vuelve ese maldito ruido, ese escándalo que lo perturba todo, que me desquicia, que me hace desear haber estudiado administración de empresas (o trabajo social (y en una escuela patito para rematar)); nada hay peor que querer exprimir hasta el último segundo a la mañana para descansar solo un poco más a sabiendas de que es un esfuerzo inútil pues ese placer es una nube diáfana que se esfuma cada 5 minutos con la repetición de la sentencia matinal.

jueves, 10 de enero de 2013

Pendeja...



Pendeja: Mira qué bonita, nomás que no se dejó pintar las uñas de atrás.

Yo: ¡!!Pues cómo vergas se va a dejar pintar la uñas de atrás, es un jodido perro no mames!!!

Parece que a la gente le gusta humanizar a las mascotas, sin razón, creo yo, porque son seres vivos muy pero muy diferentes a nosotros, por más que queramos ponerlos bonitos con ropa y pintándoles las uñas o poniéndoles el nombre de nuestr@s ex, o hasta cogiéndoselos, como hace uno que otro wey muy rudo. Eso me recuerda a un relato zoofilico que leí hace no mucho tiempo (yo no soy zoofílico, lo aclaro desde ahora eh!!) Resulta que se trataba de una página de esas donde la gente escribe sus relatos eróticos para que otros lectores, ávidos de inspiración para una chaqueta ocasional los lean y dejen sus comentarios y retroalimentación. Y así, un día que no tenía nada que hacer encontré esa página y me pareció interesante pincharle en la sección ZOOFILIA. Ahí encontré muchos relatos, la mayoría de ellos “homozoofílicos” de personas que empezaron desde muy jóvenes a cogerse perritos o a chuparles el pito o cosas por el estilo…(see bastante desagradable (pero tolerable, considerando otro tipo de desviaciones que he visto en internet)). Pero además de darme un poco de asco, me pareció también educativo. Al parecer hay foros donde personas con estos gustos se reúnen para intercambiar anécdotas y experiencias o para ponerse de acuerdo para futuros encuentros. Algo así como un foro de otakus horrendos (pleonasmo, ya sé) que se juntan para preguntar donde conseguir la nueva ova de Sakura Card Captor (iug!!) y donde cada uno es más friki que el anterior.

Ahí encontré muchos relatos de personas que se referían a su animal como su “pareja” o “novi@” y había incluso uno que se ponía celoso si su amigo se tiraba a su perra (o sea hazme el reputo favoooor!!!!). Otros, muy aventurados, decían que su perro gemía de placer cuando les daban por atrás (hazme otra vez el reputísimo favooor!!!!!) y se los echan sin condón. ¿Se imaginan el puto asco de eso? Yo no (y eso que tengo una imaginación muy grande), ni quiero, pero debe ser mucho. Eso me hizo pensar que esas mamadas deben ser un tipo de maltrato a los animales (junto con pintarles las uñas (qué estupidez)). Digo, es como violarlos, ¿qué tal si nos les gusta y no les queda otra opción que dejarse penetrar con un desquiciado, sólo por un plato de comida, agua y un baño cada semana? Yo respeto mucho las diferentes formas de pensar (já!), pero una cosa es meterte tú un pepino por el culo y otra muy diferente es hacerlo con un perro, un caballo o una gallina (sí!! también había relatos (y videos) con gallinas), que no tienen la culpa de tus gustos y preferencias.
 


Pero lo más perturbador de esta página es que los escritores parecen personas totalmente normales. Eso siempre me ha inquietado… uno nunca sabe qué clase de personas son realmente quien nos rodea (como en esa película El bebé de Rossmary, donde todos sus vecinos y amigos resultaron pertenecer a una secta satánica :S (hasta la viejecita más linda lo era!!)). A veces me pregunto si no vivo con un zoofílico a lado, o con un matón a sueldo, un traficante de drogas o un pornógrafo experto, o quizá un pedófilo o traficante de órganos, un espía o un fanático religioso… si así fuera, estaría bien y mal…

viernes, 5 de octubre de 2012

Los superficiales también sufrimos



Sí, los superficiales también sufrimos. Lo más común es que se sienta pena por la gente fea, por muchas razones. En primer lugar pues por el mero principio de ser fea. Están en inconformes con su apariencia y se nota. En segundo lugar porque les es complicado (sino imposible) conseguir pareja (sentimental o sexual), en la mayoría de los casos. No muchas personas más agraciadas físicamente están dispuestas a echarse tremendos paquetes y arriesgarse a ser la comidilla de todos por andar con un feo o fea, aunque sea sólo tu sexfriend (esto no aplica con unos tres six encima) y ser apodado “el power ranger” por andarte revolcando con puro monstruo. Porque digo, el físico importa y mucho realmente; a lo mejor el trato repetido con una persona que está de la joda, puede hacerte descubrir que por dentro es una alguien bellísima, pero la media es que cuando no hay atracción física en primer momento no hay nada, debemos aceptarlo.

Con las mujeres no hay tanto pedo. Existen algunas que no se fijan tanto en la apariencia y pueden darle la oportunidad a algún desafortunado de la ruleta genética de arrancarles la florecita, cuando éste es atento, las trata bien, les llama todos los días, les comparte de su sandwitch y otras de esas que se hacen cuando no se ha cogido en mucho tiempo (o cuando realmente se quiere como Dios manda (aunque esos casos son raros (o si eres Anna Nicole Smith y te encanta el dinero puedes darle la oportunidad a un magnate del petróleo, total, se mueren rápido))) . Así, el chico puede agradecer a todos los santos, arcángeles, tronos y patronos por los favores recibidos… pero ¿por cuánto tiempo? Es bien sabido que a las chicas (y en general a muuuuchas personas) les gusta que las traten mal, así que se buscan a un wey patán que las trate mal, que las ignore y las utilice (y si tiene moto, chamarra de cuero por púas y lentes oscuros, mejor). Entonces comienzan los argumentos de “es que él sí me trata como una mujer” y el pobre chico feo se queda solo con sus manuelas y nada más. Después, el patán se cansa de la vieja y ella, desconsolada, corre a los brazos de su mejor amigo, que puede ser feo o gay y comienza una nueva relación que terminará en lo mismo. Y final feliz :D ¡
Anna Nicole Smith es el homenaje al amor ciego (amor por el dinero, desde luego). La vida le cobró bastante caro ser una puta interesada y ahora ella está muy muerta igual que su esposo, con quien aparece en la foto. Se veían tan felices...

Definitivamente, debe ser feo ser feo! Pero nadie se pone a pensar en nosotros los superficiales, aquellos a los que la genética decidió dotar de una que otra cosa agradable visualmente y que utilizamos para cotizarnos, también sufrimos, lo mismo o más que la gente fea. Nosotros también nos quedamos solos; precisamente porque nos importa mucho la apariencia y no nos conformamos con lo primero que se nos aparece. Ya perdí la cuanta de cuantas niñas feas he mandado a la verga desde la primaria, algunas con mucho tacto… a otras no tanto. No crean que es fácil hacerlo, nunca es agradable ver las lágrimas en los ojos de una niña (que llorando se ve aún más fea) o buscar cualquier pretexto para decir no, y evitar contestar con “ es que estás bien pinche fea amiga, digo… no mames!” o tirar a la basura los regalos que con tanto cariño adquirieron para ti (de verdad que no quería hacerlo, pero es que la chica estaba taaaan pinche fea, dolía verla, en serio) o bien rechazarlos si es que tienes las fuerzas y los huevos. Por otro lado, al ser superficial no importa lo increíble que sea la persona, lo mucho que te haga reír y todas las cosas que puedan tener en común, si está fea está fea y punto. Y por alguna extraña razón, las personas especialmente desagradables estéticamente no comprenden las palabras “me caes súper bien, eres poca madre, me gustas, pero sólo como amigos vale???” Uno de verdad puede empeñarse en continuar una amistad, pero la otra parte simplemente no entiende (o no quiere entender), que para poder estar con un superficial se debe ser agradable en todo aspecto. Por eso es tan difícil encontrar a la persona ideal, pero eso la sociedad no lo entiende y sólo nos critican y juzgan sin saber todo el sufrimiento que llevamos dentro.

Triste el destino de aquellos a los que nos importa la apariencia, pero digo, el chiste es mejorar la raza no? Es por el bien común que somos así y creo que por eso hacemos bien y mal.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Tengo miedo



Tengo miedo a la muerte. No por el hecho mismo de morir, porque quizás tenga la suerte de morir muy rápido, súbitamente, sin dolor, sin miedos, sin inhibiciones, simplemente muy rápido, casi que sin que yo mismo este consciente de lo que pasa. Ese no es el problema, le tengo miedo a lo que pase después, con lo que vaya a suceder conmigo. Podría ser que Dios tenga preparado un paraíso lleno de todo eso que se dice por ahí, para aquellos que han sido buenos; y para los malos pues ya sabemos a dónde van. En ese caso me preocuparía ser de los segundos. Considero que no soy precisamente la mejor y más amada persona, pero creo que hay gente mucho peor que yo, así que me sentiría muy decepcionado si tengo que pasar toda una eternidad sufriendo horribles tormentos sólo por no estar bautizado, a lado de violadores, estafadores, ladrones y asesinos. Aún siendo así, la idea vendría a ser tranquilizadora porque sabría que habría un después. Vivir y luego pasar a otro plano, diferente y desagradable, pero habría seguridad de dónde y qué estaré haciendo y qué sería de mí.
Pero ¿y si no es así? No tengo prisa en querer descubrirlo, pero me inquieta no saber qué será de mi conciencia, de todo lo que hay en mi mente, mis pensamiento y mis recuerdos ¿a dónde van a ir si muero? Porque los pensamientos, los recuerdos, los planes y la evocación tienen que estar en algún pinche lado y ser tangibles, no pueden estar únicamente en nuestras cabezas y perderse como si no fuéramos nada cuando nos llegue la hora. Y la conciencia, nuestra conciencia, nuestro reconocimiento de nosotros mismos, ¿simplemente se apagaría, como un televisor al que desconectas, así nada más después de haber hecho tanto, de vivir tanto, de reír, de llorar, después de modificar la vida de otras personas, luego de haber amado y ser amados? Si así fuera, entonces no somos más que un algo insignificante, como una piedra en el suelo o como estas palabras.
Me niego a creer que venimos a este mundo a vivir una vida completa para luego irnos y no estar más, ni aquí ni allá, tengo miedo de que sea de esa manera, debe de haber algo después. Repito, no hay prisa, de cualquier manera la respuesta la tendré algún día, de eso no hay duda.